martes, 12 de febrero de 2013
Ecos de la colonizacion.
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer,
surcando el cosmos infinito
atravesando mares de estrellas,
soñando el absoluto.
Los veo recalar tras el crepusculo
de un planeta que exhalaba el silencio
del primer dia. Esa noche, contemplaron por
primera vez el cielo , cuajado de estrellas
y quemaron las naves.
Fue una larga noche. Sin dioses, sin hogueras.
El frio cortaba como un pedernal afilado
y en lo profundo de Altamira, las manos se tiñeron
con el color del ocaso.
El alba trajo las primeras palabras.
Tarde ya, sonaron como ecos de un glorioso pasado.
y del laberinto, las puertas estaban abiertas.
He fracasado, en brazos de la Historia dejo mis memorias
hemos olvidado la nada y el silencio.
Debo romper los espejos, mirar el sol nuevamente
sin decir : sol. Comienza el viaje, hacia ti.
Es hora de volver a nacer.
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