La soledad , cuando
nadie llama a tu puerta
vive contigo , se acomoda lentamente
en tus horas muertas, y se explaya ineludible
al caer la noche.
Escalera universal del hombre, trampa a la que
acude el alma yerma de los desamparados.
Pasan los años, y ella , impertérrita te observa
en tu caída vertiginosa.
No cede un ápice, aunque barajes las cartas
al revés.
La locura amenaza las almenas del subconsciente
sitia la plaza fortificada de los sueños,
resquebraja los cimentos de toda ideología,
y arremete, con impiadosa delicadeza el ultimo
bastión de la cordura, donde agoniza la esperanza
cual acuarela barrida por la lluvia.
vive contigo , se acomoda lentamente
en tus horas muertas, y se explaya ineludible
al caer la noche.
Escalera universal del hombre, trampa a la que
acude el alma yerma de los desamparados.
Pasan los años, y ella , impertérrita te observa
en tu caída vertiginosa.
No cede un ápice, aunque barajes las cartas
al revés.
La locura amenaza las almenas del subconsciente
sitia la plaza fortificada de los sueños,
resquebraja los cimentos de toda ideología,
y arremete, con impiadosa delicadeza el ultimo
bastión de la cordura, donde agoniza la esperanza
cual acuarela barrida por la lluvia.
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