ATILA
Oigo el clamor de la estepa
calcinada; bajo el ingente
galopar de los hunos.
La caída y el estrépito de los muros.
Sumiéndose en el olvido.
Al golpe seco de la espada en
las rodelas, y el sonido de quebradas
lanzas;
se mezcla el borbotar ígneo
que corre en las espadas.
Atravesando el Danubio Azul;
el amanecer trae ecos de lujuria
inusitada.
Roma se estremece; en el foro
amplias togas ensombrecen el recinto,
y en la secuencia de los días...
Atila se acerca.
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