Hoy desperté y no vi el sol que dibujaba sombras
y bruñía los techos de los automóviles.
Me tropeze con doscientas cuarenta y nueve
personas y ningún rostro.
Recordé que ya no soñaba por las noches
y había olvidado las fases
de la luna.
No supe definir el sonido del viento
que amontonaba las hojas
en el patio.
Caí en la cuenta de que mi vocabulario se había
reducido a
unas cincuenta palabras , sin adjetivos.
Simule reír: pero una mueca se
deshizo en mis labios
Quise llorar , y solo logre entrecerrar los ojos
Y
despavorido salte al vació, mientras desde el balcón
unas marionetas me
señalaban , atónitas.
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