sábado, 10 de noviembre de 2012
El mundo sin palabras
A veces miro espantado por las ventanas del tiempo
hacia el sitio en que me espero.
Cruel esperanza de ver la luna sin palabras;
oír la lluvia sin nombre, golpeando las piedras.
Prisioneros de un mundo prefabricado
Soy rehén de sonidos que señalan lo que miro
a cada instante.
Yo solo soñé mi vida
Pise el barro que esperaba mi huella
Toque una piedra que nadie vio
y un torbellino de palabras borro mis labios.
Así anduve caminos que se perdieron tras mis pasos
a los lados, gente de humo y polvo hacen vagos
ademanes en la niebla.
Otros vivieron, yo pase entre ellos como hilo
indispensable de la trama, sin poder tomar
nada para mí.
Despertando apenas cerrados los ojos
desde un mundo que no me pertenece
Nacimiento en las margenes del mundo
Mi infancia fu un latido en la selva,
un rojo sortilegio de caminos,
en las margenes del mundo.
Nacimiento en un pais elemental
como el rocio; con almas descalzas
sobre el barro.
Primogenito del viento y de la lluvia
pescador de estrellas en las noches
del agua.
A cien pasos , un continuo amanecer
de pajaros celestes.
Una niñez de torsos morenos, bruñidos por el sol.
Libres en una tarde sin palabras;
se pierden tras las hojas, para fundirse
entre lianas, tragados por la selva.
En las margenes del mundo.
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